23 jul 2011 (1) Ningún hombre fracasará en escuchar la Palabra de Mi Hijo, antes de que llegue el momento para Su retorno
Sábado 23 de julio de 2011 a las 17:15 hrs.
Segundo mensaje de Dios Padre
Vengo en el Nombre de Mi amado y Precioso Hijo, Jesucristo.
Mi hija elegida, aunque a veces has dudado en atender a la llamada de Mi amado Hijo, para escucharlo hablar, has crecido a Mis ojos por el regalo que a Él le has dado. Tu regalo de ser un alma de expiación para ayudar a salvar a millones de almas, le conmueve hasta las lágrimas de pura alegría y alivio; porque muchas almas se están perdiendo en el fuego del Infierno, cada día, cada segundo, y por cada suspiro que tú des.
Mi hijo requiere ahora tu total sumisión, hija Mía. No vaciles en obedecer todos Sus mandatos. Tu corazón está lleno de amor y compasión, no solo por Mi querido Hijo, sino también por todos Mis hijos. Movida por el Espíritu Santo, sentirás al instante amor por extraños, en los que verás Mi Luz. A ti, hija Mía, se te han concedido las gracias para ver ambos, tanto el amor como la maldad en todo. Estarás también en condiciones de reconocer rápidamente los pecados en las pobres almas descarriadas.
Porque esta Tarea significa ahora, que tienes que rodearte de toda protección. Hija Mía, te protegeré y a tus seres queridos, pues ahora estarás forzosamente en el punto de mira del maligno. Reza y pídeme todos los días esta protección, y te será ahorrada la intensidad de la persecución. Tienes que pedirme ahora que te ayude a propagar estos Mensajes, para que la Voz de Mi Hijo sea escuchada y venerada como debería serlo.
Mi mensajera, Mi hija, aún tienes poco conocimiento acerca de lo que se requiere de ti. Tanta información solo puede ser dada a ti a la vez. Serás inspirada por Mí y cumplirás, bajo Mi dirección, las profecías anunciadas, cuando la palabra de Mi Hijo se extienda entre la humanidad, así como el Santo Evangelio. Ningún hombre fracasará para escuchar la Palabra de Mi Hijo antes de que llegue el momento para Su Retorno. Se te ha confiado esta tarea y por esta dádiva debes inclinar la cabeza, en señal de apreciación, por este glorioso requerimiento del Cielo.
Hija Mía, serás asistida de todas las maneras, pero tienes que obedecer a Mi Hijo en todo momento. Levántate ahora, hija Mía, porque el hombre tiene que escuchar la Palabra de El Aviso que Mi Hijo envía, para que las almas no tengan que sufrir los tormentos del Infierno, si tuviesen que morir en pecado mortal, sin primero haber tenido la oportunidad de ser redimidos por Mi Hijo, durante El Aviso.
Deja que Mi Paz inunde ahora tu alma. Mi Corazón rodea cualquier movimiento que hagas. Nunca tengas el sentimiento de que estás sola en esta Tarea, porque estás siendo guiada a cada minuto del día.
Dios Padre