Fiesta de la Presentación del Niño Jesús en el Templo (Fiesta de la Candelaria)

01.02.2017 14:00

Llamada también Fiesta de la Purificación de María (griego, Hupapante), Fiesta de la Presentación del Niño Jesús en el Templo. En el rito latino se observa el día 2 de febrero.

De acuerdo a la ley mosaica, una madre que había dado a luz a un hijo varón era considerada impura por siete días; además debía permanecer treinta y tres días “en purificación de su sangre”; pero si daba a luz a una niña, se duplicaba el tiempo que excluía a la madre del santuario. Al cumplirse el tiempo de su purificación (cuarenta u ochenta días) la madre debía traer al Templo un cordero para el holocausto y un pichón de paloma o una tórtola por el pecado”; si no era capaz de ofrecer un cordero, podía presentar dos tórtolas o dos pichones; el sacerdote oraba por ella y entonces quedaba limpia. (Levítico 12,2-8).

Cuarenta días después del nacimiento de Cristo María cumplió con este precepto de la Ley (Números 18,15), y fue purificada por la oración del Bendito Simeón, en la presencia de Ana la profetisa (Lucas 2,22 ss.). Sin duda, la primitiva Iglesia de Jerusalén celebraba este acontecimiento, la primera presentación solemne de Cristo en la casa de Dios. Lo encontramos testimoniado para la primera mitad del siglo IV por la peregrina de Burdeos, Egeria o Silvia.

 

Bendición de las velas

La procesión solemne representa la entrada de Cristo, que es la Luz del Mundo, al Templo de Jerusalén. Forma una parte esencial de los servicios litúrgicos del día, y se debe celebrar en cada parroquia donde se pueda tener los ministros requeridos. La procesión siempre se celebra el 2 de febrero aun cuando el Oficio y la Misa de la fiesta fueran transferidas a otro día.

 

Guarda bien la vela bendecida que significa la luz frente a las angustias y otros males y solo son las velas bendecidas las que prenderán en los 3 días de oscuridad.

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San Blas: Rito de bendición de las gargantas

 
 

Con motivo de la memoria litúrgica de San Blas, obispo y mártir, que se celebra cada 3 de febrero, y de cuyo martirio se cumplen XVII siglos en 2016, quiero referirme aquí a la popularmente conocida "bendición de las gargantas" que, en honor del santo, se realiza en ese día.
 
Ni la tertia editio typica del Misal en el original latino ni el Bendicional vigente hacen alusión al rito. Es que no es obligatorio ni forma necesariamente parte de la liturgia de la Misa del día.

En el Apéndice del Ritual de los sacramentos, o en el del Bendicional, aprobados por la Suprema Autoridad de la Iglesia para algunos países que lo han solicitado*, sin embargo, suele conservarse, debido a la gran estima de que goza por parte de los fieles. El antiguo nombre oficial del rito es: Benedictio candelarum in festo S. Blasii, Episcopi et Martyris.

 
En realidad, si atendemos a la praxis tradicional, estamos en presencia de dos sacramentales (ambos bendiciones) : la bendición de los cirios y la bendición de las gargantas con dichos cirios. Si éstos no fueron bendecidos el día anterior, en la liturgia de la fiesta de la Presentación del Señor, se bendicen ahora. (Así lo explica la edición italiana* del Misal Romano a la que aludiremos más abajo).
 
Por su parte, *el Calendario litúrgico de la Conferencia Episcopal Argentina, hasta su edición de 1993, quiso conservar en Apéndice propio el rito completo. Desde entonces, no volvió a publicarlo, aunque sigue vigente. Comento brevemente su estructura, y luego lo transcribo íntegro.
 
Los ritos iniciales, la Liturgia de la Palabra y la conclusión, están tomados del capítulo XLII del actual Bendicional (Cuarta parte), que se titula así: "Bendición de bebidas, comestibles u otras cosas por motivos de devoción". En él, las rúbricas aclaran que dichas bendiciones pueden tener lugar fuera de la Misa, o dentro de ella, en cuyo caso pueden realizarse "una sola vez al día" y "únicamente en las fiestas de Santa María Virgen y de los santos"; es lo que el Bendicional llama "Rito de la bendición dentro de la Misa, en día festivo" (nn. 1326; Cf. 1341-1345). El "día festivo" en el presente caso, es el de San Blas, en honor y por la intercesión del cual se realiza el rito de bendición de los cirios y su aplicación a las gargantas.

Los cirios se incluyen en la categoría de "otras cosas por motivos de devoción", a las que se refiere el mencionado Bendicional (junto con el agua, el pan, otros comestibles, el aceite, el vino, la sal y las flores -como las rosas y los lirios-). Éstos son los únicos elementos nombrados explícitamente. Cabe aclarar que en ningún momento se hace mención explícita de San Blas ni de las gargantas. Se limita solamente a sugerir qué lecturas son apropiadas si lo que se va a bendecir son los cirios (n. 1331 F).

La parte central del rito es la oración de bendición, antigua composición eucológica que, como dije, no figura en el cuerpo del Bendicional vigente. En esa oración sí se menciona a San Blas y se pide su intercesión, al igual que en la fórmula usada para la aplicación de las velas en la garganta.