30 ago 2011 Elijan a las personas que conocen y vengan ante el Trono de Mi Padre para Salvarlas

20.10.2012 21:29


Martes 30 de Agosto de 2011 a las 14:30 hrs.

Mi muy querida bienamada hija, Mi corazón se agita de pena cuando veo a Mis queridos hijos, que no son conscientes de los cambios que se avecinan.

Los amo tanto que lloro con profunda tristeza cuando los veo vagar sin rumbo, buscándome, pero no están en condiciones para ello. Saben que en sus vidas falta un eslabón, pero no pueden identificar qué es. Este eslabón es el amor. Yo soy Amor. Soy lo que ellos están buscando, pero no saben dónde deben buscarlo. Sin embargo Yo estoy ahí, esperando y esperando pacientemente a que recurran a Mí.

Se desperdicia mucho tiempo, hija mía. Mis hijos buscan en todos los lugares equivocados la satisfacción y la anhelada paz. Pero no conseguirán encontrar esto mientras no reconozcan que será solo a través de la humildad que van a encontrar esto posible.

Hasta que Mis hijos no se den cuenta que no pueden existir sin amar a Mi Padre, el Dios Altísimo, morirán vacíos de amor y sin paz en sus corazones. Estoy agotado, hija Mía. Si tan solo aquellos que me han rechazado, se volvieran hacia Mí. Si tan solo dejaran de buscar poder, dinero, fama, de los bienes terrenos, entonces conocerían la Verdad.

Los necesito a todos ustedes Mis seguidores, para que sigan rezando por las almas ciegas, que están perdidas. No desistan, pues las oraciones que ustedes hagan serán llevadas esta semana ante el Trono de Mi Padre. Por favor, recen lo siguiente:

“Altísimo Dios, vengo esta semana ante Tu Trono para pedir fervientemente por las almas de mis hermanos y hermanas que se niegan a reconocer Tu Existencia. Te ruego encarecidamente que los llenes con Tus Gracias, para que abran sus corazones y escuchen Tu Santísima Palabra.”

 

Por favor elijan aquellas almas que conocen y que no quieren saber nada de Dios Padre y pongan sus nombres ante Mi Padre. La oración de ustedes como regalo será recompensada con la salvación de ellos. Ve ahora, ejército Mío, y prepárate para la siguiente etapa de esta guerra espiritual contra el demonio.

Su amado Salvador
Jesucristo