23 nov 2012 Mis amados sacerdotes y servidores consagrados, no le teman a Mi Palabra

29.11.2012 14:25

Viernes 23 de Noviembre de 2012 a las 21:45 hrs.

Mi muy querida bienamada hija, la persecución en contra de Mis profetas y visionarios ahora se intensifica como oposición a los mensajes aumenta.

Les digo a ustedes, y especialmente a Mis queridos sacerdotes y servidores consagrados: no le teman a Mi Palabra. El miedo y la incertidumbre que están experimentando no provienen de Mí. Si esto no proviene de Mí, entonces deben preguntarse a ustedes mismos ¿de dónde proviene?

A Mi Santa Palabra siempre se le demuestra resistencia/oposición.

Durante Mi tiempo en la tierra, los sacerdotes de la época, los fariseos, hicieron todo lo posible por discutir Conmigo. Intentaron, en cada oportunidad, hacerme caer, haciéndome preguntas, planeadas para hacerme contradecir la Palabra de Dios, pero fracasaron.

Permanecí en silencio cuando trataron de hacerme responder las preguntas que ellos sabían que Yo no estaba preparado a responder.

Ustedes ven, que a pesar de que ellos practicaban su religión, realizando muchas ceremonias elaboradas, engalanados con ropas caras, a ellos les faltaba una cosa. No poseían una pizca de humildad porque, equivocadamente creían que, debido a su labor/función como servidores consagrados estaban por encima de sus hermanos.

Hablaron, predicaron y presentaron en lugares abiertos, como profetas, la Santa Palabra de Mi Padre. Sin embargo, no entendían realmente la Promesa hecha por Mi Padre, ni las lecciones que Él les dió a través de los profetas. Ellos no quisieron aceptar que el tiempo de la venida del Mesías prometido estaba teniendo lugar dentro de su propio tiempo.

Ellos creían que este acontecimiento se llevaría a cabo en el futuro.

Se sentían confundidos por Mis respuestas, Mis Enseñanzas y la vida sencilla que Yo llevé. Sin embargo, se sentían atraídos hacia Mí y volvían, una y otra vez, para desafiarme. Después se sintieron amenazados a causa de Mi conocimiento de las cosas espirituales, un hecho que ellos no podían negar.

Ellos me atormentaron. Respondí a sus preguntas, de acuerdo a la Santa Voluntad de Mi Padre. Después permanecí en silencio cuando me señalaban con el dedo en un estado de furor/rabia.

Por todos sus proclamados conocimientos de la Palabra de Dios, cayeron en la trampa tendida por el engañador. Creían que su conocimiento era superior al Mío.

La jerarquía graduada/de niveles de la iglesia que crearon, era como en una monarquía real. El rey que honraban/reverenciaban ellos, no era Dios, sino sus propios reyes, designados por ellos. El nivel superior tenía poca comunicación con los servidores humildes que administraban sus tribus. Ya que al hombre pobre y humilde, ellos le dedicaban poco tiempo.

Cómo han ofendido a Mi Padre. Cómo me torturaron. Pesaba sobre sus manos la sangre de muchos; con todo, se las arreglaron para que ante la vista de todos, parecieran limpias.

Su educación significaba que únicamente ellos podían interpretar correctamente las Sagradas Escrituras. Mi Palabra fué tratada como Herejía.

Lo mismo sucede hoy día. Muy pocos de Mis servidores consagrados están preparados para Mi Segunda Venida. Su certificado como Ministros Consagrados en Mi Iglesia puede crear división, una división que Yo no he autorizado.

Estos eruditos en teología con muchos años de preparación no comprenden Mis Enseñanzas, ni las profecías o la manera en la que hablo.

Aquellos de ustedes que cuestionan Mi Palabra o tratan de crear discrepancia, comparándola con su propio e imperfecto conocimiento de la Sagrada Escritura, deben detenerse ahora.

¿Es que no han aprendido nada? ¿No aceptan que el tiempo está cerca y que los estoy preparando?

Los enemigos de esta, Mi Santa Misión para prepararlos a Mi Segunda Venida, son muchos.

Los ataques son perversos. Me enfrento con obstáculos a través de estos Mensajes, cada vez, en cada esquina y a cada paso que doy.

Si ustedes no aceptan Mi Promesa de venir otra vez, entonces se deberían preguntar a ustedes mismos: ¿Cuál es mi papel/función en el Nombre de Dios? ¿Es administrar simplemente los Santos Sacramentos? No, esta no es la única función para la cual ustedes fueron llamados.

Cuando atacan Mis Mensajes en la forma en que lo hacen, me hacen llorar de tristeza y frustración.

¿No han sido avisados para permanecer en alerta, porque no saben el día ni la hora cuando Yo he de volver? Es hora de que despierten su espíritu, lean las Palabras contenidas en el Libro de Mi Padre y luego recen, para que Yo los bendiga con el don del discernimiento.

Aquellos de ustedes que me rechazan, porque son cautelosos y están preocupados de que no pueda ser Yo, su Jesús quien habla, entonces los perdono. Entiendo lo difícil que es, pero, con el tiempo, sentirán que Mi Amor los envuelve.

Para aquellos de ustedes que se niegan a escucharme, entonces son culpables del pecado del orgullo. Aquellos que reprueban públicamente Mi Palabra, la apartan y afirman que Mis Mensajes vienen del Maligno, están perdidos para Mí. Están tan alejados de Mí, a pesar de su creencia arrogante de que su conocimiento en temas espirituales sacado de libros, los hacen más dignos al hablar en Mi Nombre, que deben saber esto:

Tráiganme un alma simple, con una pureza de corazón que me ame por lo que Soy Yo y ella se unirá Conmigo en el Paraíso.

Tráiganme un alma, llena de orgullo que grite con lo más fuerte de su voz la Palabra de Dios, y Yo la arrojaré fuera.

Confíen en Mí con un corazón humilde y Yo derramaré Mis Gracias sobre ustedes.

Ámenme sin condiciones y reconocerán Mi Voz en este momento. Ustedes son almas afortunadas. Sin embargo, son las almas que se han alejado de Mí, las que Yo más quiero y añoro.

Oh, vengan a Mí, Mis servidores consagrados. Les doy la Verdad, porque quiero que renueven su lealtad hacia Mí. La desobediencia a Mis Enseñanzas y la falta de reconocimiento de su debilidad, abre una brecha entre nosotros.

Aquellos servidores consagrados que han cometido graves pecados de la carne, tienen que venir a Mí para que les pueda sostener. Reconozcan sus pecados y les renovaré sus almas para que estén en condiciones de ayudar a salvar otras almas antes de que Yo vuelva.

Deben escuchar. Si tienen dudas, lo acepto. Si ustedes, sin embago, intentan hacer daño a Mis profetas, sufrirán por esto. Es mucho mejor para ustedes permanecer en silencio. Deben estar dispuestos a escuchar y a humillarse a sí mismos ante Mis Ojos. Solo entonces estarán en condiciones de representar a Mi Cuerpo en la tierra.

Su Jesús