18 dic 2013 Solo la Luz de Dios puede traer felicidad eterna
Miércoles 18 de diciembre de 2013 a las 16:40 hrs.
Mi amadísima hija, el principio no tiene fin. Una vez que la vida es creada por Mi Padre y una vez que el hombre toma su primer aliento, él existirá en cuerpo y entonces en alma por la eternidad.
El mayor misterio de la Vida Eterna es que esta existe, independientemente de que el hombre la elija o no. Se le ha dado al hombre el Don del libre albedrío y hasta el día de su último aliento en la Tierra, él tiene la elección. Él puede vivir su vida, lo mejor que pueda y de acuerdo a las Leyes de Dios, y ganar su salvación, o puede desperdiciar la Verdad de la Existencia de Dios y vivir una vida de acuerdo a sus propios deseos. Cuando él satisface sus propias lujurias, codicia y deseos en contravención de la Palabra de Dios, asume terribles riesgos, los que tendrán consecuencias por la eternidad.
Aquellos afortunados en ganar la salvación más gloriosa, vivirán una Vida Eterna de éxtasis en el Reino de Dios. Disfrutarán toda forma de gloria en unión con la Voluntad de Dios y vivirán un existencia perfecta, la cual nunca terminará. Aquellos que elijen dar la espalda a Dios, incluso cuando todo esfuerzo haya sido hecho por Mí para salvar sus afligidas almas, también tendrán una existencia eterna. Tristemente, padecerán una terrible agonía en solitaria y desesperada soledad. Ellos también serán levantados, junto con los vivos y los muertos, pero su existencia será dolorosa, ya que nunca verán la Luz de Dios. Solo la Luz de Dios puede traer felicidad eterna.
Cuando toméis vuestro último respiro, en la Tierra, esto significa simplemente que estáis siendo llevados a la siguiente etapa de vuestro viaje a la eternidad. Hay solo un camino que tomar y ese es por donde llegáis a Mí. Cualquier otro camino, os llevará a una terrible existencia y sin embargo muchas almas mal aconsejadas, creen que ellas conocen la Verdad cuando rechazan la existencia de la eternidad.
No debéis nunca rechazar la Verdad, porque solo la Verdad os puede traer salvación eterna.
Vuestro Jesús