15 sep 2011 La Verdad es tratada normalmente con extrema prudencia y rotundo rechazo

21.10.2012 19:48


Jueves 15 de septiembre de 2011 a las 23:50 hrs.

Mi muy querida bienamada hija, ahora estás experimentando más detalles del dolor que Yo sufrí en Mi Crucifixión. Abandono, rechazo, aislamiento, desestimación por los burlones ademanes de repudio de las autoridades y, en especial, de Mis devotos seguidores. Incluso Mis propios apóstoles me rechazaron en el momento en que los necesité. Por eso no debes extrañarte de que esto también te ocurra a ti.

Te ha sido también mostrada esta noche una visión Mía, donde estoy ante Mis verdugos, a los que tuve que escuchar cuando sus viles mentiras condenaron a la Verdad de Mis enseñanzas y a Mí. Así serás tratada tú, y también Mis seguidores, por aquellos que no pueden aceptar la Verdad o que la encuentran incómoda.

Hija Mía, la Verdad es tratada habitualmente con extrema prudencia, rotundo rechazo y muchas veces se le considera blasfema. No temas nunca, porque las Palabras que Yo te doy no son más que la Verdad.

Nunca debes tener miedo a publicar lo que Yo te doy.

¿Por qué habría de darte Yo falsedades? ¿Por qué iba a intentar Yo minar estos Mensajes, permitiendo que se introdujera alguna falsedad en ellos en algún momento? Pues esto estaría en contra de la Voluntad de Mi Padre. Ni siquiera se le permite a Satanás interferir con estos Mensajes, por mucho que se esfuerce en intentarlo.

En la medida en que estos mensajes sean más intensos, serán objeto de muchas discusiones y serán blanco de las burlas. Y, sin embargo, muchos serán atraídos a ellos, pues detrás de estos, no dejarán de ser movidos por el Espíritu Santo, quien mueve sus almas.

Con el tiempo, me agradecerán Mis hijos de que les haya ayudado a abrirse paso entre el caos de la maleza espinosa, que les habría impedido alcanzar la puerta del Paraíso, porque sin Mi guía ahora estarían, a estas alturas, perdidos. No habrían encontrado la fuerza para ser llevados sin peligro a través de las puertas del Nuevo Paraíso –la nueva era de la paz sobre la Tierra- que espera a todos aquellos que me obedecen y obedecen a Mis Enseñanzas.

Su amado Salvador y Maestro
Jesucristo