14 nov 2011

25.10.2012 23:42

Mi Palabra no es rechazada por miedo, sino por el pecado del orgullo

Lunes, 14 de noviembre 2011 a las 20:15 hrs.

 

Mi muy querida y amada hija, ¿por qué es que la gente complica Mis enseñanzas? Muchos de Mis hijos malentienden y subestiman Mi Gran Misericordia. A pesar del número de veces que prometí a Mis hijos el perdón de sus pecados, todavía están temerosos, de que Yo no pueda perdonar todos los pecados, no importa cuán grave sea el pecado.

 

El mal en el mundo es causado por el odio que satanás tiene por la Humanidad. Esos pobres engañados pecadores que servilmente siguen el camino del engaño, son Mis amados hijos. Amo a cada uno de ellos y continuaré amándoles a pesar de la oscuridad de su alma. Mi amor es siempre duradero y nunca morirá  cuando el llega a todas las almas. Estoy listo para perdonar completamente y abrazar a todos. Estoy preparado para hacer cualquier cosa, para traer a todos los pecadores de vuelta a Mi redil, no importa cómo ellos Me ofendan.

 

Se le impedirá a Satán robar esas almas, pero será solo cuando el escudo del  orgullo sea desechado por los pecadores, que ellos podrán volverse a Mí y ser parte de Mi querida familia, de nuevo. No malentiendan, solo puedo traer almas  cerca de Mí, no puedo forzarlas a amarme. No las puedo forzar a querer entrar a Mi Reino del Paraíso. Tendrán que aceptar que les tienda primero Mi mano de reconciliación, por su propio libre albedrío.

 

Yo soy como les he dicho, hija mía, una y otra vez, de nuevo, primero un Dios de Misericordia. Mi justicia se materializará, pero solo hasta que toda medida exhaustiva se haya tomado, para salvar a cada alma en la Tierra.

 

Hija Mía, este trabajo nunca va a ser fácil para tí. Porque te he dado a tí esta Santa tarea, de tal magnitud, que requerirá una tremenda fortaleza de tu parte. Has sido hecha para ser fuerte. Has sido entrenada/ejercitada para este trabajo, desde que viniste del vientre de tu madre. Todas tus respuestas a Mis Santísimas instrucciones, han estado de acuerdo a Mi Divino plan para la Humanidad. Esto es porque estás en unión conmigo (¿lo has olvidado?) que sufrirás el mismo rechazo que Yo he tenido que soportar durante Mi tiempo en la Tierra. Este es el mismo rechazo de los que se jactan de su conocimiento intelectual de Mis enseñanzas, con el fin de rechazar estos mensajes Míos, atestiguados por tí, en el mundo de hoy. Aquellas  almas llenas con orgullo y de su autoproclamado conocimiento de la Sagrada Escritura, fracasan al entender esto.

 

Mis enseñanzas son muy simples. Añadan todo el lenguaje fino y la prosa que gusten, la verdad permanece como siempre ha sido. Amense unos a otros como Yo les amo. Será solo cuando muestren respeto por los otros y se amen unos a otros, que ustedes verdaderamente puedan proclamar Mi Palabra.

Existe mucha confusión, hija Mía. Mucho terror y miedo infundido en Mis hijos, acerca de su futuro. Si tan solo sus almas se pudieran calmar y rezaran pidiendo Misericordia, entonces su oraciones serían contestadas. Los desastres serán y pueden ser mitigados. Mantengan la Esperanza viva en sus almas, hijos. Nunca se estanquen juzgándose unos a otros y ciertamente, nunca hagan esto en Mi Nombre.

 

El que se atreva a juzgar a otro ridiculizándolo, en nombre del cristianismo, tendrá que enfrentarme. El que peque en contra de Mis profetas, también tendrá que contestarme. Mi Palabra no es rechazada por amor. Mi Palabra no es rechazada por miedo. No, ella es rechazada por el pecado del orgullo.

Vuestro Salvador,

Jesucristo