07 jul 2012 Puede que ellos no escuchen, pero se les debe dar la Palabra de Dios

20.05.2015 21:39

Sábado 7 de julio de 2012 a las 15:30 hrs.

Mi muy querida bienamada hija, cuando Yo pido a la humanidad que escuche Mi Voz, me hiere cuando aquellos que me aman dicen que Yo nunca hablaría de esta forma.

Si tan solo ellos escucharan, entonces Mi Corazón sería levantado y muchísimas almas más serían salvadas.

Los preparativos para Mi Segunda Venida están siendo impartidos por Mis Divinos Labios a través de estos mensajes. Los preparativos para Mi nacimiento fueron también dados a conocer a través de los profetas de antemano para alertar a los hijos de Dios de la venida del Mesías.

¿Por qué Mis discípulos en la Tierra se rehúsan a aceptar que Mi Padre enviaría a Sus profetas para pregonar Mi Segunda Venida?

Qué poco saben ellos realmente acerca de la manera en la cual Mi Padre Eterno prepara a la humanidad para los grandes acontecimientos.

Mi clero, Mis siervos consagrados, necesitan oír Mí Llamada ahora, ya que Yo necesito su ayuda. Sin embargo, muchos fallarán en responder. Ellos me rechazarán, a través de Mis Mensajes.

Ellos se darán cuenta de la Verdad, pero solo cuando sea demasiado tarde.

Hija Mía, nunca temas publicar Mis Mensajes, incluyendo aquellos que encuentres extraños o aterradores.

Puede ser que ellos no escuchen, pero se les debe dar la Palabra de Dios. No está en el hombre ordenar que dejes de impartir la Santa Palabra de Dios. Cierra tus oidos e ignora el desprecio de la opinión, porque no es importante.

A aquellos de ustedes que se llaman a sí mismos Cristianos y que derraman desprecio sobre Mis mensajes, Yo les digo esto:

Al romper Mi Palabra en pedazos, al hallar Mis mensajes ofensivos y al ridiculizar Mi Palabra, ustedes han cortado la cuerda que los ata a Mi corazón.

Ustedes no pueden aceptar Mis Mensajes porque piensan que me conocen y que reconocen Mis Palabras cuando son habladas. En cambio, ustedes han caído presa del engañador quien los ciega a la Verdad.

Les hago una Llamada a todos ustedes, una vez más, a llamarme a Mí, su amado Jesús, y permitirme abrir sus corazones.

Déjenme llenarlos con el poder del Espíritu Santo para que así ustedes me reconozcan.

A los sacerdotes, les ruego que entiendan que el momento ha llegado para que las profecías de Daniel se desplieguen y para que los Sellos en el Libro del Apocalipsis sean abiertos por Mí, el Cordero de Dios.

Acuérdense de Mi Promesa.

Yo vendré otra vez a Juzgar a los vivos y a los muertos.

Mi Promesa de traer Vida Eterna a todos aquellos fieles a Mí, está por desplegarse.

Ustedes deben asegurarse de que se hayan preparado adecuadamente para este Glorioso Acontecimiento.

Su Jesús.