013 jul 2014 Saber lo que Yo enseñé, en sí mismo, no es suficiente, a menos que se amen los unos a los otros como Yo los amo
Domingo 13 de julio de 2014 a las 16:27 hrs.
Mi muy querida bienamada hija, los hijos de Dios pueden ser comparados con los brotes de una flor. Los brotes, debido al nutriente del suelo en que se encuentran, prosperan y crecen. Pero, a menos que el suelo sea fértil, los brotes no pueden florecer en flores maduras que deleiten el ojo del espectador.
Si el suelo es rico, la flor será saludable. Si está plagado de insectos, entonces la flor no florecerá. Incluso el suelo sano, si está infestado de veneno, no puede producir una planta viva saludable. Si los hijos de Dios no escuchan la Palabra de Dios, digieren la Verdad y obedecen los Mandamientos de Dios, ellos estarán vacíos y carentes de paz espiritual. Es solo permitiéndose escuchar lo que la Palabra de Dios promete, que pueden pretender prosperar o encontrar la paz.
Muchas personas, debido a las mentiras que Satanás esparce por todo el mundo con el fin de engañar a las almas, se encuentran perdidas y sin vida espiritual. La vida se puede lograr/alcanzar solo al aceptarme, a Mí, Jesucristo, como su Salvador. Incluso eso, en sí mismo, no es suficiente. También deben recordar lo que Yo les enseñé. Saber lo que Yo enseñé, en sí mismo, no sirve, a menos que se amen los unos a los otros como Yo los amo. Cuando se ponen de pie y proclaman orgullosos que son un discípulo Mío, entonces, si no muestran amor a los demás y hacen a los demás lo que ustedes esperarían que les hicieran, son unos hipócritas.
Si me conocen, amarán a los demás, sin importar de qué pecados sean culpables. Ustedes jamás juzgarán a los demás en Mi Nombre, porque ese no es su derecho.
Su Jesús