16 dic 2010 Llamada a detener el asesinato/aborto

 

Jueves 16 de diciembre de 2010 a las 13:10 hrs.

Escribe esto, hija Mía. Dar muerte a víctimas inocentes es uno de los más graves pecados que el hombre puede infligir a su hermano. Es el más grave pecado de la carne y me causa un profundo dolor. La falta de respeto que tiene el hombre de hoy por la vida humana se está haciendo cada vez más evidente en el mundo.

La vida es un precioso don de Dios. Ningún hombre tiene el derecho de quitar la vida a otro. Ningún hombre tiene el derecho de quitar la vida a un niño que aún no ha tomado su primer aliento en el momento de nacer. Este crimen es atroz e imperdonable. Todas las almas provienen de Mi Padre Eterno y son creadas en el momento de la concepción. Los niños pequeños, almas inocentes, están siendo asesinados por las mismas personas que los deberían criar - sus propias madres, que son responsables de que se les niegue el derecho a nacer.

¿Por qué Mis hijos retroceden y no hacen nada? En el nombre de la libertad estos angelitos del Reino de Mi Padre están siendo eliminados de esta Tierra antes de que el tiempo asignado a ellos, como hijos de Dios, haya tenido lugar. ¿Es que estas mujeres no entienden que las vidas a las que dan tan poco valor son de Dios? Esos niños están sufriendo. Soportan un dolor agonizante durante su asesinato. Y es justificado por los gobiernos, la profesión médica y las familias de estas mujeres. ¿No sienten remordimiento en sus almas?

¿No se dan cuenta de que su atroz acto no es diferente a aquel en que el hombre asesina al hombre?

De hecho, es aún un mayor pecado, pues esos niños están indefensos. Estas mujeres deben pedir misericordia si son culpables. O pedirme orientación si están considerando un aborto. De cualquier modo, serán juzgadas por su pecado. Los pecados de la carne son los más ofensivos a los ojos de Mi Padre. No hay ninguna justificación para asesinar a un semejante que sea aceptable por Mí o Mi Padre Eterno.

Despierten ahora, hijos Míos, y entiendan que quitar la vida llevará a los perpetradores al fuego eterno del Infierno. No habrá retorno de este abismo lleno de demonios. Esos mismos demonios que a través del trabajo del engañador – Satanás - convence al asesino ¡de que lo que está haciendo es correcto! Él convencerá astutamente a las madres, por ejemplo, de que ellas están tomando la “decisión correcta”. Usando todo truco asociado con el razonamiento humano, él hará a la persona justificar el acto aunque esté mal. Él usará la mentira de que el asesino tiene sus propios derechos. Que debe mirar por sus propios intereses primero. En nombre de los derechos humanos, la mentira es manifestada para que los derechos de una madre y su libertad de vivir la vida como ella escoja haya de ser admirada. La mentira entonces la convence de que está bien y es correcto asesinar a su hijo.

Por favor, comprendan que la intensidad del genocidio en el mundo ha sido predicha. Es una de las muchas señales de las que se habla en relación a los Tiempos Finales.

Deténganse todos ustedes ahora. Escuchen. El asesinato es una ofensa muy seria. Cométanlo y no serán salvados. No hay vuelta atrás. Arrepiéntanse aquellos de ustedes que hayan cometido este terrible pecado. Pidan perdón ahora. Yo, a través de Mi Misericordia, escucharé su oración. Ustedes pueden ser salvados y lo serán, si realmente están arrepentidos de su grave pecado. Yo escucharé. Yo perdonaré. Pero el tiempo no está de su lado.

Creyentes, recen mucho por estos hijos Míos que vagan perdidos, que han sido engañados por el engañador y por sus secuaces en posiciones de poder. Ellos necesitan las oraciones de ustedes ahora. Deben, todos ustedes, defender el derecho a la vida humana que no puede ser alterada por manos humanas bajo ninguna circunstancia.

Récenme todos los días. Ofrezcan cualquier sufrimiento que puedan tener por las víctimas inocentes.

Su amado Salvador,

Jesucristo