28 jul 2011 (2) Recen por las almas de aquellos que enfrentan condenación, quienes no sobrevivirán a El Aviso

20.10.2012 20:38

 

Jueves 28 de julio de 2011 a las 15:30 hrs.

Hija Mía, la sequedad espiritual por la que has estado pasando en los apenas últimos días, cuando te fue imposible rezar, fue el engañador tratando de alejarte de Mí.

Ahora que has dado tu promesa final (definitiva), para ser un alma víctima para Mi Padre Eterno, para ayudarme a salvar almas, se te brindará protección adicional para impedir que el engañador te distraiga.

El momento ha llegado para una gran cantidad de oraciones en esta su última oportunidad, hijos, para ayudar a salvar a aquellas almas que no sobrevivirán al Aviso. Por favor, presten atención a Mi llamada para rezar mucho por esos pobres hijos, durante el mes de agosto, designado Mes de la Salvación de las Almas.

Difundan la Palabra a los grupos de oración, en todas partes, para que sigan Mis instrucciones de Misa diaria, Eucaristía diaria, y un día de ayuno a la semana durante el mes entero. No desestimen el poder que tendrán sus oraciones cuando se trata de salvar almas.

Empiecen a rezar por aquellos miembros de su propia familia que están en pecado, o que no son creyentes. Ello incluye a amigos cercanos y conocidos, que le han dado la espalda a Mis Enseñanzas voluntariamente y quienes infligen injusticia en otros. Ellos necesitan de sus oraciones ahora.

Ahora es el tiempo para reflexión silenciosa, mientras el día de El Aviso se acerca. Una llamada al Silencio, a la Oración sin interrupciones y a la devoción y doy la orden a Mis siervos consagrados en todas partes, para que guíen Mis hijos a que recen por las almas de los que enfrentan la condenación. Solo la oración puede ayudarles ahora, especialmente la recitación de la Coronilla de Mi Divina Misericordia.

Únanse por amor a Mí.

Su amado Salvador

Jesucristo

 

Nota: Cuando la visionaria tomó nota de este Mensaje, ella asumió que el término “almas que enfrentan condenación” era lo mismo que decir “almas de los condenados.” Jesús ha solicitado desde entonces que Sus hijos entiendan que TODAS las almas que enfrenta condenación pueden, de hecho, ser salvas por medio de la oración de la Divina Misericordia pidiendo por ellas. Él ha indicado a María que cambie la frase “almas de los condenados.” por “almas que enfrentan condenación.”