24 may 2012 Durante el Aviso, aquéllos que se rediman ante Mis ojos no sufrirán la pena del Purgatorio

13.10.2015 12:05


Jueves, 24 de mayo del 2012, a las 18:30 hrs.
Mi muy querida y amada hija, cuando llegue el momento del Aviso una serie de señales serán reveladas.
Te digo esto para recordar a todos los hijos de Dios que deben prepararse de antemano.
Dos estrellas colisionarán y muchas personas tendrán miedo.
No hay nada que temer, porque se trata del mayor don que Yo os traigo para que ni una sola alma se pierda en las llamas del Infierno.
Luego Mi Cruz aparecerá en los cielos y nadie dejará de notarlo.
Muchos caerán al suelo de miedo y se sentirá una gran sacudida, como un terremoto.
Entonces se hará el silencio.
Estad siempre preparados para ese día como si fuera mañana. Buscad ya la redención y reveladme vuestros pecados.
Los católicos deben ir a confesarse.
Los que no sean católicos deben rezar la oración de la Cruzada (24) que Yo doy al resto del mundo para que obtenga Mi indulgencia plenaria.
Este don de Mi indulgencia plenaria es para todos los hijos de Dios, de todos los credos, y proporciona una gran purificación. No rechacéis ese don.
Aceptadlo.
A los católicos que se cuestionan Mi don, y que lo han criticado de mala gana, les digo esto.
¿Creíais que Yo no habría de conceder ese sacramento a todos los hijos de Dios? Debéis ser generosos de corazón y estar felices de que Yo haga esto. ¿Creéis que a ellos no debería dárseles ese don? Si es así, entonces no Me amáis realmente.
Inclinad vuestras cabezas y alabad a Dios por ese maravilloso don, dado a la humanidad para salvar sus almas.
Durante el Aviso, todos los que se rediman ante Mis ojos no sufrirán la pena del Purgatorio.
Aquéllos que vean sus pecados revelados ante sí, tal y como son vistos por Mis ojos, estarán conmocionados.
Muchos encontrarán difícil aceptar lo ennegrecidas que están sus almas.
Aquéllos que lo hagan y muestren remordimiento, Me pedirán que les perdone.
Y Yo lo haré.
Pero algunos no estarán arrepentidos y defenderán, en su corazón, las atrocidades que cometieron tal y como aparecen ante Mis ojos. Ellos no se arrepentirán y Me abofetearán en el rostro.
En cualquier caso, las llamas de la purificación y del sufrimiento serán sentidas por todos los pecadores.
Lo que dure ese momento dependerá de la gravedad de sus pecados.
Aquéllos que se alejarán de Mí necesitan de vuestras oraciones. A ellos se les dará más tiempo para regresar a Mí y pedirme que les perdone.
Pero ese tiempo puede ser tan corto como un día o tan largo como unos pocos años.
Nadie, sino Mi Padre, conoce la fecha de Mi Segunda Venida.
La distancia entre los dos eventos no será tan larga como podáis pensar.
Finalmente, Mis hijos se darán cuenta de los tiempos en los que viven y aceptarán la verdad.
Los que conocéis ya la verdad y creéis en Mí tenéis el deber de rezar por las almas que no aceptarán Mi Misericordia.
Hija Mía, Mi mayor deseo es salvar al mundo entero, incluyendo a aquéllos que están perdidos para Mí.
Todas las oraciones de Mis seguidores, uniéndose como una sola voz, Me podrán ayudar a hacerlo.
Id en el Amor. Confiad siempre en Mí, porque hay poco tiempo y los planes para la salvación de la humanidad están en manos de Mi Padre Eterno.
Vuestro amado Jesús