22 ago 2012 Madre de la Salvación: Cuando esperé con los apóstoles en el Cenáculo por el descenso del Espíritu Santo, se necesitaron diez días de preparación

23.09.2012 20:48

Miércoles 22 de agosto de 2012 a las 09:18 hrs.

Mi niña, el desierto en el que mis hijos se encuentran en el mundo hoy, es porque no saben cómo obtener/recibir el Don del Espíritu Santo.

Así como les enseñé/instruí, toma mucho tiempo para que sea dado el Don.

Consiste de una jornada muy dura antes de que cualquiera de los hijos de Dios pueda hacerse digno de recibir este Don especial.

Cuando esperé con los apóstoles en el Cenáculo por el descenso del Espíritu Santo, se necesitaron 10 días de preparación.

Aunque a esto santos, devotos y leales siervos de mi amado Hijo, les fue prometido el Don, ellos no estaban totalmente preparados espiritualmente para que se les diera el Don.

Yo, su amada Madre, tuve que ayudarles a preparar sus almas.

Significó(hubo que) enseñarles la importancia de la entrega total de su libre albedrío. Para hacerse dignos tuvieron que entender la profundidad de(todo lo que abarca) la humildad, a la que tuvieron que rendirse, antes de que estuvieran preparados.

Algunos de ellos pensaron que habían aprendido todo de mi Hijo.

Sin embargo, esta fue una señal de orgullo y cuando el orgullo existe en ustedes, no pueden recibir el santo Don del Espíritu Santo.

Para recibir el Don del Espíritu Santo deben hacerse(llegar a ser) pequeños ante mi Hijo, como niños pequeños.

No puede haber espacio para el orgullo ni la arrogancia. Sin embargo, las personas hoy en día quienes aseguran hablar con autoridad acerca de la forma en que mi Hijo se expresa, caen en una trampa.

Ellos, cuando aseguran ser expertos en los asuntos espirituales, hablan con una arrogancia que no refleja las Gracias que son dadas a los que realmente poseen este gran Don del Cielo.

Aquellos a los que se les ha otorgado el Don del Espíritu Santo son sumisos a los deseos de mi Hijo.

No son jactanciosos.

No son agresivos.

No critican a otros usando el Nombre de mi Hijo para hacerlo.

No se burlan de otros, cuando proclaman su interpretación de Su Santa Palabra. No predican odio.

Cuando los discípulos de mi Hijo fueron preparados por mí, tuvieron lugar muchas discusiones.

Se necesitó algún tiempo antes de que finalmente aceptaran lo que se esperaba de ellos.

Solo entonces, cuando comprendieron cómo solo la humildad del alma puede permitir que el Espíritu Santo entre, estuvieron finalmente preparados.

Insto a todos los hijos de Dios, especialmente a los que creen en mi Hijo, que me pidan a mí, su Madre, permitirme que los prepare para este gran Don.

Mi niña, me llevó un año entero para prepararte y esta no fue tarea fácil. ¿Recuerdas lo difícil que encontrabas rezar mi Santo Rosario? ¿Lo difícil que encontrabas entregar tu voluntad y demostrar tu humildad?

Ahora que has recibido el Don, eso no significa que lo puedas dar por garantizado.

Debes continuar rezando, permanecer humilde de corazón y buscar la redención cada día. Pues así como se da, así también, se puede quitar.

Pido a todos los que siguen estos Mensajes que pidan por el Don del Espíritu Santo.

No es suficiente rezar solo una vez y decir que han recibido el discernimiento que pidieron y luego lanzar calumnias sobre estos Mensajes Divinos. Si ustedes hacen esto, entonces no se les ha dado el Don.

Por favor acudan a mí, su Bendita Madre, para que los ayude a prepararse por medio de esta Cruzada de Oración:

 

Cruzada de Oración (74) por el Don de discernimiento

“Oh Madre de Dios, ayúdame a preparar mi alma para el Don del Espíritu Santo. Llévame de la mano como a un niño, y condúceme en el camino hacia el Don de Discernimiento, por el poder del Espíritu Santo. Abre mi corazón y enséñame a entregarme en cuerpo, mente y alma.

Libérame del pecado del orgullo y ruega para que yo sea perdonado de todos los pecados pasados, para que así mi alma sea purificada y que yo sea sanado, para que pueda recibir el Don del Espíritu Santo. Te doy gracias, Madre de la Salvación, por tu intercesión, y con amor en mi corazón espero por este Don, el cual anhelo con alegría. Amén.”

 

Acuérdense hijos de acudir a mí, su Madre, para que los ayude a abrir su alma para recibir este maravilloso Don.

Cuando reciban este Don, los llevaré ante mi Hijo.

Porque solo entonces estarán verdaderamente preparados para el siguiente escalón(peldaño) de la escalera hacia la perfección espiritual.

Madre de la Salvación.