07 oct 2012 Virgen María: Lloro lágrimas de sangre por ellos y mi corazón está apesadumbrado

13.10.2012 09:58

Domingo, 7 de Octubre 2012, 11:00 hrs.

Mi niña, por favor ruega por mis hijos perdidos, que cada día aumentan en número. Ellos no creen, ni pueden creer en mi Hijo y se vuelven al otro camino.

Yo lloro lágrimas de sangre por ellos y mi corazón está apesadumbrado. Cuán perdidos están y cuán vacíos se sienten. Yo ruego para que Dios, en Su Misericordia, abra pronto los corazones de ellos que están endurecidos.

El Aviso está cerca, mi niña. Mis hijos necesitan prepararse. Aquellos que rehuyen estos santos Mensajes de mi Hijo y de mi Padre Eterno, tendrán qué responder ante Dios.

Muchos han dañado esta Misión y han alentado a las almas a alejarse. Muchas de esas almas han muerto desde entonces, en pecado mortal. Si ellas hubieran aceptado las oraciones dadas a la humanidad a través de las Cruzadas de Oración, se podrían haber salvado.

Aquellos que no aceptarán estos Mensajes, no deben trabajar con el maligno para socavar la Palabra de Dios. Deben rezar por la ayuda necesaria para encontrar la paz dentro de ustedes.

Ha sido profetizado, que el Profeta de los Últimos Tiempos no sería aceptado, aunque mucha conversión será alcanzada, a través de la difusión de la Palabra de Dios.

Está en su propio riesgo rechazar la ayuda que les está siendo enviada del Cielo en estos tiempos para ayudar a salvar sus almas.

No insulten a mi Hijo, al dejar de escuchar. Pueden volverse sordos cuando hayan leído estos Mensajes del Cielo, pero primero deben escuchar.

Su libre albedrío significa que pueden elegir el camino que deseen seguir.

Su libre albedrío no significa que tienen el derecho de blasfemar deliberadamente en contra del Espíritu Santo.

Cuando el Gran Aviso se lleve a cabo, ustedes serán llenados con la Luz de la Verdad. Su alma será iluminada y verán qué buenas obras y malas obras, han llevado a cabo durante toda su vida. En ese momento, muchos de ustedes abrazarán el Amor de Dios. Tristemente, muchos serán demasiado tercos para aceptar sus errores. Ellos serán arrojados lejos y sufrirán terriblemente.

Estén preparados en todo momento. El tiempo es corto.

Su amada Madre, 

Madre de Dios

Madre de la Salvación