27 mar 2013 Vuestra transición de esta tierra a Mi Nuevo Reino será indolora, instantánea y será tan repentina que apenas seréis capaces de tomar un respiro

Traducción latinoamérica

Miércoles 27 de marzo de 2013  a las 23:15 hrs.

Mi amadísima hija, venid todos vosotros y uníos Conmigo en memorial del día en que se os dio el gran Don de la Redención.


Viernes Santo debe ser recordado como el día en que las Puertas del Paraíso fueron abiertas finalmente para dar la bienvenida a los hijos de Dios desde que fueron exiliados de Él. Mi muerte os asegura un futuro que nunca habríais tenido, si Mi Padre no me hubiera enviado como el Mesías.


Mi Cuerpo fue crucificado pero Mi muerte os trajo vida. En este, el tiempo para Mi Segunda Venida, Mi Cuerpo padecerá la misma Crucifixión -solo que esta vez será Mi Iglesia, Mi Cuerpo Místico, el que sufrirá. Debéis saber que nunca permitiría la crucifixión de Mi Iglesia para destruir la Fe de los hijos de Dios. Así que ahora, hago un llamado a cada persona, cada credo, cada color y a cada raza para que me escuchéis.


Pronto experimentaréis todas las señales en la tierra, que os demostrarán que vosotros sois la creación de Dios. Sabréis pronto que nunca moriréis, si llamáis a  la Misericordia de Dios. El futuro de todos vosotros, que aceptáis que sois un hijo atesorado de Dios, es brillante. Invito a vosotros, a vuestra familia y amigos a uniros en Mi Reino y comer de Mi Mesa.


Vuestra transición de esta tierra a Mi Nuevo Reino será indolora, instantánea y será tan repentina que apenas seréis capaces de tomar un respiro antes de que su belleza os sea revelada. Por favor, no temáis a Mi Segunda Venida, si amáis a Dios. Dios os ama. Yo os amo. La Santísima Trinidad abrazará la tierra y todos aquellos que acepten Mi Mano de Misericordia y que muestren remordimiento por sus vidas pecaminosas, estarán a salvo.


Los fortalecidos en la Fe, de entre vosotros, serán llevados rápidamente. El tiempo para aquellos que se quedan atrás, carecientes de fe y que encuentran imposible alcanzarme, será mayor.


Vosotros, Mis fieles seguidores tendrán que ayudar a los débiles y aquellos que están perdidos. Mi Misericordia es tan grande que daré todas esas almas el tiempo necesario para llevarlos a la vida eterna que he prometido a todos. Nunca os sintáis desanimados cuando todo parezca sin esperanza, mientras el pecado sigue devorando las almas de los débiles. Tenemos que trabajar en unión, para salvar a aquellos que están tan alejados de Mí que muy poco los atraeré a Mis brazos. A través de vuestro amor mutuo, los milagros se utilizarán para convertir aquellas almas perdidas. Esta es Mi Promesa a vosotros. La oración, y mucha de ella, será parte de vuestro deber hacia Mí para salvar a las almas del terrible final, que está siendo planeado por Satanás en contra de los hijos de Dios que él detesta. No se le deben dar estas almas.


Mi llamado es para todos. Estos mensajes no excluyen ninguna religión. En su lugar, les son dados a cada hijo de Dios con gran amor, ya que todos sois iguales ante Sus Ojos.


Estad en paz y confiad en el Amor de Dios.


Vuestro Jesús