29 oct 2013 Madre de la Salvación: La Iglesia de mi Hijo se convertirá en la sede del anticristo

13.11.2013 18:44

Martes 29 de octubre de 2013 a las 19:30 hrs.

 

Mi dulce niña, los Cielos todos se unen, en unión con mi Hijo, para acudir en ayuda de aquellos sacerdotes santos, que se encontrarán a sí mismos en medio de una gran batalla. Tantas de estas preciadas almas tendrán que soportar terrible dolor y sufrimiento cuando tengan que presenciar las herejías, que surgirán de dentro de la Iglesia. Estarán confundidos, asustados y muchos sentirán que no tienen a dónde recurrir. Aquí es cuando deben volverse a mí, pedidme que los Consagre a mi Hijo, para que Él pueda derramar sobre ellos cada gota de Su Preciosa Sangre. Cuando estén cubiertos con este Don, sabrán qué hacer. Ellos deben saber que he advertido a mis hijos, a lo largo de los siglos, de esta malvada apostasía, la cual está siendo planeada por el maligno.

 

La Iglesia de mi Hijo se convertirá en la sede del anticristo y ahora que la Verdad ha sido revelada, muchos se sentirán asustados y sufrirán el dolor de la Flagelación de mi Hijo. La Iglesia de mi Hijo será perseguida, destruida, profanada - hasta que eventualmente, albergará el trono sobre el que se sentará el anticristo. Será desde aquí que él, el anticristo, declarará que él es el Cristo y que el mundo será salvado a través de él.

 

Al aceptar mentiras, negáis/rechazáis la Verdad. Al ignorar la Verdad, creeréis en una telaraña fabricada de engaño, tejida por el maligno y esta os atrapará. Una vez atrapados, seréis tentados a seguir a las multitudes, en cada nación, que prestarán gran respeto al anticristo. Por favor, hijos, recitad esta Cruzada de Oración para combatir la herejía, que cubrirá la Iglesia de mi Hijo en la Tierra.

 

Cruzada de Oración (125) Para defender la Santísima Palabra de Dios

 

Oh, Madre de la Salvación, ayúdame, un humilde siervo de Dios, a defender Su Santísima Palabra en tiempos de tormento. Conságrame, querida Madre, a tu Hijo, para que Él me pueda cubrir con Su Preciosa Sangre. Concédeme, a través de la intercesión de tu Hijo, Jesucristo, la gracia, la fortaleza y la voluntad para permanecer fiel a las Enseñanzas de Cristo en los tiempos de Tribulación, los cuales devorarán Su Santísima Iglesia en la Tierra. Amén.

 

Id a mi Hijo, queridos siervos de Cristo. Pertenecéis a Él. Él os ayudará durante la persecución. Él nunca os abandonará en vuestro tiempo de necesidad.

 

Vuestra amada Madre

Madre de la Salvación