26 oct 2013 No me quedaré a un lado mirando mientras destruís vuestras vidas, las que pueden ser vuestras por la eternidad

11.11.2013 23:22

Sábado 26 de octubre de 2013 a las 17:52 hrs.

 

Mi amadísima hija, cuando la gente intenta determinar a cuáles de los hijos de Dios deseo traer Mi Misericordia - la respuesta es, a todos ellos. No discrimino, porque amo a cada alma nacida, cada una de las cuales fue creada por Mi Padre. Ningún alma puede ser excluida de esta Mi última Misión para salvar a la humanidad. Vengo a traer la salvación a todos.

 

Preguntad a cualquier buen padre si sacrificaría a un hijo sobre otro y ellos os dirían esto, “No importa cuán mal se comporten o me lastimen, nunca puedo rechazarlos, porque ellos son parte de mi carne.” Pasa lo mismo con los enemigos de Dios. Ellos lo ofenden y le causan gran dolor, pero Él aún los ama, porque vinieron de Él, aunque están hambrientos, debido al pecado de la humanidad.

 

¿Cómo es, podéis preguntar, que puedo perdonar a aquellos que me lastiman más? ¿Quién flagela a los otros y les causa dolor y sufrimiento? Es porque los amo. Siempre amaré al pecador. Sus pecados me repugnan, pero siempre estaré esperando para acogerlos.

 

Esta Misión es acerca del perdón. Es toda con respecto a salvar vuestras almas. Aunque Mis palabras puedan ser a veces duras, os son dadas porque os amo y no puedo soportar la idea de perderos. Aquellos que me han traicionado, por causa de las ambiciones de la vida, nunca deben tener miedo de venir a Mí y pedir Mi ayuda. Os extraño. Estoy afligido, pero utilizaré toda intervención sin violar la Alianza de Mi Padre del libre albedrío, el cual siempre seguirá siendo vuestro hasta el nuevo comienzo. Nada que hagáis os separará de Mí cuando me pidáis que os perdone.

 

Envolveré al mundo en Mi Misericordia y por cada acto malvado realizado por Mis enemigos, para arrastraros al error, prometo que intervendré. No os echaré a los lobos, que quieren devoraros. No me quedaré a un lado mirando mientras destruís vuestras vidas, las que pueden ser vuestras por la eternidad. Os sostendré justo hasta el momento cuando tengan que tomar la decisión final. No soltaré vuestra alma tan fácilmente. Morí una muerte cruel para salvaros. Esta vez, presenciaréis una poderosísima Intervención Divina para reconquistaros. Sois Míos. Soy vuestro. La bestia no conquistará almas fácilmente, ya que Yo Soy Dios, una fuerza formidable. YO Soy Todopoderoso. Satanás no tiene nada, pero su astucia atraerá a aquellos débiles entre vosotros. Insto a todos vosotros, quienes me aman, a que recéis para que el débil acepte Mi Intervención Divina con amor en sus corazones.

 

Vuestro Jesús