24 dic 2012 Virgen María: El día que traje al Salvador al mundo, cambió el destino de la humanidad

27.12.2012 19:10

Virgen María: El día que traje al Salvador al mundo, cambió el destino de la humanidad

Lunes 24 de Diciembre, 2012  a las 18:00 hrs.

 

Niña mía, el día que traje al Salvador al mundo, cambió el destino de la humanidad.

A este pequeño niño lo amé con una pasión como la de cualquier otra madre. Pero hubo una gracia adicional para mí, otorgada por Mi Padre. Esta fue, la gracia de la protección. Yo protegí a mi Hijo, desde el principio, de una manera diferente. Sabía que Él era el Mesías prometido y, por lo tanto, se me había dado una responsabilidad muy especial, aunque Yo no me imaginaba la magnitud que esta responsabilidad acarrearía.

No me fue dado el comprender, desde el principio, que mi Hijo, el Salvador, enviado por Dios para salvar a la raza humana del fuego del infierno, sería asesinado. Esta parte de mi misión llegó como un terrible impacto y mi dolor no puede ser descrito, era demasiado intenso.

Yo sufrí a través de mi Hijo, en Él y con Él. Incluso hoy día, experimento Su dolor y tristeza, por la incredulidad de la Existencia de mi Hijo, en el mundo actual. Como Madre de la Salvación, mi responsabilidad es ayudar a mi Hijo en Su plan para salvar almas.

Este es el tiempo del diluvio; es el tiempo de cambios rápidos y repentinos. Así como las guerras estallarán y de las cenizas una gran guerra emerge, el Plan de Dios aumentará su ritmo para que se tome en cuenta Su Presencia entre todas las naciones y todas las razas.

Niña mía, te ruego que reces el Santísimo Rosario mientras hoy lloro. Mis lágrimas, que acabas de presenciar, son por aquellas almas que no reconocerán a mi Hijo. Aquellos Cristianos que dicen que aceptan a Jesucristo, como Salvador y, que Lo insultan por que no Le rezan, son quienes más Lo entristecen.

La difusión del ateísmo es como una epidemia espantosa barriendo la tierra. Dios no ha sido olvidado, en lugar de esto, Su Existencia está siendo deliberadamente ignorada. Sus Leyes desterradas de vuestros países. Sus Iglesias no son honradas. Sus servidores sagrados demasiado tímidos y sin valentía suficiente para proclamar Su Santa Palabra.

La tierra ahora cambiará tanto física como espiritualmente. La purificación ha comenzado. La batalla será librada entre los que siguen al maligno y la Iglesia Remanente de Dios.

Aquellos que sois leales a mi Hijo debéis a mí siempre invocar, a vuestra amada Madre de la Salvación, y de esta manera podré consagraros a mi amado Hijo, con el fin de concederos las gracias que tanto necesitáis. Debéis estar preparados como soldados de Jesucristo. Vuestra armadura debe hacerse más fuerte, porque vuestra labor es como la de un cruzado* y tendréis que marchar en contra de mucha crueldad e injusticia.

Id en paz hijos y mantenéos en oración diaria mientras los cambios comienzan, para que la salvación de la humanidad pueda ser alcanzada.

Todo será hecho de acuerdo a la Santa Voluntad de mi Padre, a través de Su único Hijo, Jesucristo. A vosotros hijos míos, que pedís mi ayuda, se os concederá una gran protección para vuestros países.

Vuestra amada Madre,

Madre de la Salvación

 

*cruzadoDesde la Edad Media el significado de la palabra cruzada se extendió para incluir a todas las guerras cristianas emprendidas en cumplimiento de un voto y dirigidas contra los infieles. La idea de la cruzada se dio sólo en la Cristiandad del siglo XI al XV; unión de todos los pueblos y soberanos bajo la dirección de los Papas. Todas las cruzadas se anunciaron por la predicación. Después de pronunciar un voto solemne, cada guerrero (cruzado) recibía una cruz de las manos del Papa o de su legado, y era desde ese momento considerado como un soldado de la Iglesia (cruzado).