15 nov 2010 (1) La Segunda Venida

19.09.2012 23:13

 

Lunes 15 de noviembre de 2010 a las 3:00 hrs.

Gracias, hija Mía, por perseverar en Mi Verdad y por entender que Mi comunicación contigo es muy real. Sentirás Mi Espíritu en tu cuerpo cuando venga a revelarte Mi Mensaje Divino, necesario para que la humanidad entienda estos tiempos. Traigo un mensaje de puro amor y pasión para los hijos de Mi Padre. Estos mensajes son para explicar primero a todos los seguidores de Dios la necesidad de caer de rodillas ahora y entender la verdad del Libro de Juan.

El tiempo ha llegado para Mi Segunda Venida, los signos de la cual ya están siendo revelados a aquellos que conocen las profecías predichas hace tanto tiempo. Miren, ¿que ven ahora? Los signos son visibles ahora. El hombre no se da cuenta del terrible descenso al que está siendo expuesto. La mentira impía, encabezada y aceptada por gobiernos incautos, se esconde desapercibida disfrazada de salvación.

Escúchenme ahora, hijos Míos. El anticristo está listo para surgir. Permanezcan en guardia, abran sus ojos y su corazón a la verdad o perecerán. No teman, Mis bienamados seguidores, ya que ustedes guiarán mi rebaño a la Santa Adoración de Mi Padre Eterno. El alimento de vida será abundante para aquellos creyentes durante los días de oscuridad venideros. Permanezcan juntos, ámense los unos a los otros. Dense unos a otros la fortaleza para que puedan unir todas las razas, credos y creyentes en todas partes hacia el Reino de Mi Padre.

Será su trabajo demostrar el amor de Dios, la bondad, el amor, la esperanza y la realidad de la Vida Eterna que le espera a toda la humanidad. Será rezando juntos, derrumbando su muro exterior de orgullo y timidez, que ustedes se volverán una fuerza poderosa. Juntos serán fuertes. Su fe en Mí, su Divino Salvador, ayudará a convertir a los no creyentes. Estas personas, muchas de las cuales, no por culpa propia, ignoran Mi amor. Ellos pueden sentir amor entre unos y otros pero no entienden de dónde viene ese amor. Guíenlos, Mis hijos de Dios, hacia la luz.

Yo soy el Pan y Yo soy la Luz. Mi luz los mantendrá a todos ustedes a salvo. Pero les insisto a ser generosos de corazón y alma y a que piensen en esas pobres almas que necesitan guía. Deben hacer esto con el ejemplo y mostrarle a estas almas cómo acercarse más a Mí. Se les debe de persuadir amablemente, pero con firmeza a lo largo del sendero. Es importante despertarlas de su sueño de ignorancia antes de que sea demasiado tarde.

Hijos Míos, ¿no entienden las enseñanzas en el Libro de Mi Padre? El libro que revela la señal de Mi regreso a la tierra debe ser estudiado y aceptado como la Verdad. Dios, Mi Padre Eterno, no miente a través de Sus profetas. Él no se contradice. Se les están mostrando ahora las señales celestiales profetizadas y deben prepararse ahora.

 

Ustedes y sus familias serán elevados Conmigo en un abrir y cerrar de ojos

Por favor, por favor recen por guía. Creyentes, prepárense ahora para luchar en Mi Nombre y levantarse contra el anticristo. La gente les sonreirá cuando les recuerden de las profecías contenidas en el Libro de Juan. Serán acusados y regañados con diversión irónica por sus puntos de vista y preocupaciones. Ignórenlo, pues ustedes tienen un deber para Conmigo. Recen, recen y persuadan a los no creyentes a aceptar las enseñanzas. No tengan miedo. Para muchos de ustedes, asustados por el futuro y sus familias, tengo esto que decir. Cuando llegue el momento ustedes y sus familias serán llevados Conmigo, en un abrir y cerrar de ojos, a los Cielos. Entonces recibirán el don de la Vida Eterna, cuando el Cielo y la Tierra sean uno. Esto es lo que significa el Nuevo Paraíso. Será un tiempo de gran gloria, amor y perfección para todos Mis seguidores.

Permanezcan fuertes. Deberán soportar un corto período de tormento. Pero su fe los mantendrá fuertes. Recuerden que los amo a todos ustedes. Ámenme a cambio y ayúdenme a salvar a tantas almas como sea posible. Ustedes son Mi poderoso ejército y es tiempo ahora de prepararse para la batalla. Los llevaré a todos al Reino de Mi Padre.

Su amoroso Salvador

Jesucristo