029 oct 2014 Madre de la Salvación: La Fe es el fundamento de la Iglesia

13.02.2015 14:35

Miércoles 29 de octubre de 2014 a las 14:25 hrs.

 

Mis queridos hijos, cuando os sintáis descorazonados, desanimados, y temerosos, debido a las terribles injusticias de las que sois testigos, pedid por favor mi poderosa protección. Yo intercederé en vuestro nombre, y le pediré a mi Hijo que escuche vuestros ruegos por la paz y tranquilidad. Él os colmará de las Gracias necesarias para perseverar y mantener viva, dentro de vuestra alma, la llama del Espíritu Santo.

 

Si buscáis los Dones del Espíritu Santo y mi Hijo responde a vuestra llamada, vuestra Fe en Él se fortalecerá grandemente. Una vez que esto acontezca, vuestra Fe os hará capaces de confiar más en Su Gran Misericordia. La Fe es el fundamento de la Iglesia, por la cual ella puede permanecer fuerte(firme). La Fe os libera del miedo y de la desesperación. Ella os traerá consuelo, paz y tranquilidad, en los tiempos turbulentos. Ella os permite ver las cosas claramente, como debéis hacerlo, para que os protejáis vosotros mismos de la persecución que tenéis que enfrentar cada día.

 

Aquellos que son devotos de Jesucristo tendrán siempre que soportar el dolor de Su Sufrimento. Esto es algo que tendréis que aceptar cuando seguís Sus Pasos. Cuando vosotros aceptáis esta Cruz, debéis entonces entregar vuestro sufrimiento a mi Hijo, para la salvación de las almas de aquellos que, en caso contrario, nunca serían capaces de entrar en el Reino de mi Hijo. Vuestro sacrificio, a pesar de que pueda ser difícil, trae gran alegría a mi Hijo, que llora con gran tristeza por aquellos que Él perderá para el maligno en el último día.

 

La fe, la esperanza y la confianza en mi Hijo, aliviarán vuestro sufrimento y os traerán paz y alegría. Es en el momento en que recibís estas Bendiciones, cuando sabréis que habeis atravesado todas las barreras, las cuales os separaban de Dios. Y, por eso, debéis estar agradecidos - no tristes - porque el Reino de Dios será vuestro.

 

Id, hijos míos, para amar y servir a mi Hijo.

 

Vuestra amada Madre

Madre de la Salvación