029 jun 2014 Jamás debéis rechazar a Dios por causa de las malas acciones de aquellos afirman falsamente que están a Su servicio

12.02.2015 22:42

Domingo 29 de junio de 2014 a las 20:20 hrs.

Mi muy querida bienamada hija, cualquier hombre que se esconda detrás de la religión para infligir el mal sobre la gente de otras religiones, no viene de Mí. Religiones con odio camuflado y que demonizan otras denominaciones no están al servicio de Dios. 

Cuando los hombres me utilizan, a Mí Jesucristo, como un escudo para esconderse detrás, en su búsqueda para asesinar y masacrar inocentes, este es el mayor sacrilegio. Los hombres, que creen en Dios, deben saber Quién es Dios; qué ha dicho Él al mundo y cómo Él ha instruído a Sus hijos a través de los Diez Mandamientos, con el fin de que estén a Su servicio.

Dios es Amor. Él no tolera el odio de ningún tipo. Si véis y cuando veáis a la gente utilizando el manto de la religión para infligir dolor sobre otros, por cualquier razón, debéis saber que esto no tiene nada que ver con el amor a  Dios. El odio viene de Satanás y él esparce su veneno entre los religiosos radicales, a fin de dar rienda suelta a su ira/enojo contra Dios. Al infiltrarse él en aquellos, que tienen un conocimiento distorsionado de Quién Soy, tiene éxito en la propagación del odio contra Dios. La gente entonces se preguntará: "¿Cómo podría Dios permitir tanta maldad en Su Nombre?" La respuesta es que el mal siempre se podrá encontrar en los lugares en donde Dios es venerado, porque esos lugares son buscados minuciosamente por el malignopara avergonzar a cualquier religión que honra a Dios. Por las acciones de él(del maligno), la gente entonces le dará la espalda a Dios y Él será culpado por cualquier acto vil, perpetrado por aquellos que dicen servirle.

El odio tiene cuidado al camuflarse(esconderse). Generalmente, será mostrado(se presentará) en aquellos que dicen representar a Dios, a fin de que sea visto para llevar justicia a los enemigos de Dios. Esto será visto como la "voz de la preocupación" y la condena de lo que desea que el mundo crea como algo malo(una cosa mala). Iglesias de diferentes denominaciones, en todo el mundo, han sido infiltradas por los enemigos de Dios desde dentro. El propósito es producir vergüenza sobre el Nombre de Mi Padre Eterno. Como resultado, en todos los rincones del mundo, han surgido, una profunda sospecha y la falta de confianza en Dios. La suposición natural es que los representantes de Dios han instigado(incitado/provocado) el mal en Su Nombre y por lo tanto, la fe en Dios es deficiente. Esta es la razón del por qué el mundo se ha sumido/hundido en el odio, la corrupción y las guerras, porque el plan de Satanás es destruir toda  religión, que honre al Dios Verdadero. Aquellos que causan estos males no tienen amor en sus almas.

Jamás debéis rechazar a Dios por causa de las malas acciones de aquellos que afirman falsamente que están a Su servicio(al servicio de Dios). Si lo hacéis, y vosotros mismos os alejáis/apartáis de Dios a causa de esto, has caído por las mentiras que Satanás quiere que os traguéis/creáis. Jamás juzguéis a los demás a causa de sus creencias - buenos o malos. Jamás juzguéis a Mi Padre Eterno o a Mí, Jesucristo, Su Hijo amado, por los pecados que aquellos que sirven en Sus Iglesias cometen. El hombre es, y siempre será, un pecador en esta Tierra. El pecado siempre será la maldición del hombre, hasta que yo vuelva otra vez. Pero acusar a Dios de pecado es un terrible sacrilegio, tanto como imposible.

Despertad al hecho de que Satanás existe y que él tiene cuidado de ocultar este hecho, por lo que puede engañar a las almas para que maldigan a Dios, el Creador de todo lo que es y siempre lo será. Pronto, todas estas atrocidades llegarán a su fin y toda la Gloria será Mía. No pasará mucho tiempo antes de que Satanás sea destruído y la raza humana será capaz de ver claramente Quién Soy y la Vida Gloriosa que traeré a Mi Segunda Venida.

Debéis continuar alerta a todo lo que es presentado en Mi Santo Nombre, porque  encontraréis que no todo viene de Mí.

Vuestro Jesús